Las charlas y los talleres fueron dedicados a los temas tales como las pruebas de neuroimagen de las alteraciones cerebrales posteriores al accidente cerebrovascular; la influencia de las condiciones ambientales en el desarrollo prenatal del cerebro, alteraciones cerebrales posteriores a traumatismo de cabeza, consumo de cannabis, en el curso de la infección por el VIH. Se prestó mucha atención a los retos de neuropsicología clínica en sociedades multiculturales y también a los cambios de procesos cognitivos que coinciden con el envejecimiento cerebral. Especial interés atrajo la presentación de la Profesora Terrie Inder de Harvard Medical School. La profesora se especializa en estudios del cerebro de bebés prematuros con la intención de conocer los factores que de mejor forma predicen su desarrollo psicomotor posterior. Durante la charla se debatieron las técnicas de neuroimagen que se pueden utilizar en estudios del desarrollo cerebral temprano y el seguimiento de las posibles lesiones. Lo que con más frecuencia se observa en niños prematuros es la lesión parcial de la sustancia blanca cerebral, conocida como leucomalacia periventricular. Como resultado de hipoxia prolongada se puede producir lesiones de la corteza cerebral. Las lesiones mencionadas pueden observarse utilizando la técnica de imagen por resonancia magnetica – morfometría volumétrica basada en vóxels, pruebas de la actividad cerebral en reposo es decir la resonancia magnética funcional IRMf (resting-state fMRI) y también la tomografía óptica difusa de alta densidad (high-density diffuse optical tomography).
El siguiente tema debatido durante la charla estaba relacionado con la influencia de la lesión temprana del sistema nervioso central en bebés prematuros en su desarrollo. Sus consecuencias entre otras son: desarrollo psicomotor incorrecto (incluyendo su retraso), desarrollo disarmónico, alteraciones auditivas y visuales, síndrome de parálisis cerebral infantil, trastornos emocionales. Parte de esos síntomas pueden no aparecer hasta el 2-3 año de vida o hasta la edad escolar. Debido a una gran plasticidad cerebral en esta etapa, el desarrollo del nińo puede transcurrir dentro de la norma. Durante la charla fueron presentados además los resultados de de los estudios que confirman la gran eficacia de la hipotermia terapéutica que consiste en enfriar el cuerpo y el cerebro de neonato hasta unos 34°C. La aplicación de este procedimiento permite reducir las consecuencias neurológicas en recién nacidos con asfixia perinatal o con accidente cerebrovascular.
La profesora Inder presentó también ejemplos de equipo médico de enfriamiento del cuerpo entero (mantas especiales, overoles) o solo del cerebro (gorras de enfriamiento especiales). Durante la charla, la Profesora Inder compartió su larga experiencia de médico clínico. Sus observaciones indican que a veces a la hora de examinar un bebé (especialmente un bebé prematuro) mucho más importante de los procedimientos médicos avanzados es la observación prolongada de comportamiento del bebé (posición de cabeza, pupilas, la posible disimetría postural de las extremidades, estado de consciencia, movimientos espontáneos). También es muy importante el contacto emocional del niño con sus cuidadores – hablar con el pequeño (incluso cuando está en la incubadora), acariciar y abrazar estimula el cerebro, lo cual había sido comprobado con pruebas científicas aprovechando las últimas técnicas de neuroimagen cerebral.
El Instituto de Fisiología y Patología Auditiva fue representado por el equipo del Centro de Investigación sobre la Imagen Biomédica (NCOB). La Dra. Agnieszka Pluta presentó los resultados del estudio sobre la influencia del VIH en las funciones cognitivas y la estructura del cerebro, realizado con el apoyo financiero del Centro Nacional Polaco de Ciencia en el marco de un proyecto multicéntrico. El estudio se está realizando en cooperación con los científicos del Departamento de Psicología de la Universidad de Varsovia, el Instituto de Psiquiatría y Neurología y los investigadores de los Estados Unidos. La presentación atrajo gran interés debido al grupo numeroso de pacientes examinados (50 pacientes infectados por el VIH y 50 pacientes del grupo de control), así como la aplicación de muchos instrumentos de investigación que incluyen tanto el diagnóstico neuropsicológico como técnicas modernas de neuroimagen del cerebro. Un aspecto novedoso del estudio realizado es la exploración de posible influencia aditiva de la edad y del virus en el estado de los procesos cognitivos y las funciones del cerebro. Los resultados del estudio confirmaron que a pesar del tratamiento antirretroviral eficaz los pacientes sufren trastornos de memoria operativa. Además, se reduce el volumen de ciertas áreas del cerebro, principalmente en los lóbulos frontales, temporales y parietales.
Los cambios en la estructura cerebral son más visibles en personas mayores infectados por el VIH (en comparación con el grupo de control). Los resultados del estudio apoyan la hipótesis del envejecimiento acelerado, según la cual el VIH provoca alteraciones en el funcionamiento y la estructura cerebrales típicos para personas mayores que gozan de buena salud. El equipo del Centro de Investigación sobre la Imagen Biomédica continuará la investigación sobre este tema.